19 de Abril de 1810... Primer Paso a la Independencia


Grabado de Francisco de Paula Martí sobre
Dibujo de Zacarías Velázquez (1814)
    El 23 de marzo de 1808, tropas francesas ocupan Madrid, siendo recibido el Mariscal Murat por Fernando VII como aliado, de acuerdo al Tratado de Fontainebleau. Pero, Napoleón Bonaparte, viendo el vacío de poder en España, y que tanto el padre como el hijo acudían a él en solicitud de apoyo, convocó a ambos a Bayona, logrando de ellos la abdicación del trono a su favor el 05 de mayo de 1808, cediendo la Corona española a su hermano José Bonaparte, el 06 de junio de 1808, con la denominación de José I.
    Desde el mes de mayo de 1808, se iniciaron en Madrid levantamientos del pueblo contra los franceses, formándose en muchas provincias españolas juntas de gobierno, en adhesión a Fernando VII, quien ahora se encuentra retenido en Bayona. Se forma en Sevilla una Junta Suprema, gobernando el territorio español no dominado por los franceses y al mando de las provincias americanas bajo control de España, en nombre de Fernando VII. Al conocerse en América la situación española, algunas provincias, como México, Caracas y Quito, quisieron imitar a esta institución creando Juntas de Gobierno, fracasando en tal propósito.

Conjuración de los Mantuanos

    Esta Conjuración o Movimiento estalló en Caracas en 1808, encabezado por los mantuanos de la ciudad, siendo el sector económico-social más poderoso de la capital. Intentaban constituir una Junta de Gobierno que rigiera la Capitanía General de Venezuela, a raíz de los sucesos que se estaban sucediendo en España.  No tuvieron éxito.  En fecha 14 de mayo de 1808 llegan emisarios franceses a La Guaira, a bordo  del bergantín francés La Serpent, al mando del Teniente Paul de Lamanom, con comunicaciones expresas para el Capitán General interino de la Provincia de Venezuela Don Juan de Las Casas, comunicando el ascenso al trono español de José I, exigiéndole reconocimiento al nuevo soberano y especificando que no se harían cambios en el gobierno de la provincia. El pueblo caraqueño protesta esta llegada en las calles, levantando el retrato de Fernando VII. Los emisarios se regresan a La Guaira, encontrándose allí con la fragata inglesa Acasta, al mando del Capitán Beaver, quien apresa al buque francés. Mientras tanto, el capitán inglés sube a Caracas con nuevas noticias del levantamiento español contra los franceses y de la formación de Juntas en la provincia.

    El 27 de julio de 1808, el Cabildo caraqueño propuso la creación de una Junta, sin resultados positivos. El 05 de agosto de 1808, el Capitán General hizo conocer al Cabildo los oficios recibidos de la Junta de Sevilla, titulados “Suprema Junta de España e Indias”, reconociendo a dicha Junta. Comenzaron las reuniones informales de los ciudadanos caraqueños, entre ellos el joven  Simón Bolívar, quien se vino a Caracas desde San Mateo. Bolívar se había mezclado activamente con algunos jóvenes mantuanos como los Ribas, los Montilla, los Tovar y los Blanco, congregándose en la Cuadra Bolívar, propiedad suya y de su hermano Juan Vicente. La Conspiración de Los Mantuanos resurgió en noviembre de 1808. Se celebraron varias reuniones en casa de José Félix Ribas, con el fin de solicitar nuevamente la creación de una Junta ante el Capitán General.


Conspiración de La Casa de la Misericordia

Retrato como Teniente de Navío
Antonio Carnicero (1777)
Academia Nacional de la Historia
Caracas, Venezuela
    El 19 de mayo de 1809, Don Juan de las Casas es reemplazado como Capitán General de la Provincia de Venezuela por el Brigadier Vicente Emparan y Orbe. Tenía experiencia en Venezuela por haber sido Gobernador de la Provincia de Cumaná. Coincidió su llegada con la del Coronel Fernando Rodríguez del Toro, quien se encargó de la inspección de las milicias venezolanas, junto a su hermano el Coronel Francisco Rodríguez del Toro, El Marqués del Toro. Durante este año 1809 corrían en Caracas los rumores del total dominio francés en España. Ellos lograron apoderarse de Sevilla en enero de 1810, con lo cual la Junta Suprema se disolvió, siendo sustituida por un Consejo de Regencia, con sede en Cádiz. En marzo de 1810 comenzaron a llegar estas noticias a Caracas en forma extraoficial. Nuevamente continuaron las conspiraciones entre  los mismos personajes de la política caraqueña. Esta vez se reunían en el sitio de acuartelamiento del Marqués del Toro, llamada la Casa de Misericordia. La conspiración debía estallar la noche del día 01 de abril de 1810, pero fue develada ante las autoridades, limitándose el Capitán General Emparan a confinar en sus haciendas a varios de los implicados, entre ellos a los hermanos Juan Vicente y Simón Bolívar, mientras otros fueron enviados a diferentes provincias.

Antonio Herrera Toro (1907)
Palacio Federal Legislativo
Caracas, Venezuela
    El 13 de abril de 1810 arribó un buque a Puerto Cabello, trayendo noticias de Europa: la catástrofe militar de Ocaña, el 19 de noviembre de 1809, batalla ocurrida en la Provincia de Toledo, España y en la cual Francia derrotó a las fuerzas españolas; también llegaron noticias de la invasión a Andalucía, en la cual el 05 de febrero de 1810, un contingente de tropas francesas y polacas se enfrentó a tropas y civiles en la ciudad de Málaga, en el marco de la invasión de Bonaparte a la Península. También se informó de la retirada de los ingleses a Portugal, entre otras noticias, que denotaban el malestar en la metrópoli.  Los franceses habían logrado apoderarse de Sevilla en enero de 1810, con la cual la Junta Suprema se disolvió el 30 de enero de 1810, siendo sustituida por el Consejo de Regencia de España e Indias, formándose las Cortes de Cádiz, en virtud de la pérdida casi total del territorio peninsular durante la Guerra de Independencia Española. 
Para el 14 de abril de 1810, otro buque español llega a La Guaira, con los comisionados de la Regencia: Antonio de Villavicencio, Carlos Montúfar y José Cos de Iriberriz, quienes notificaron al día siguiente al Capitán General de la disolución de la Junta Suprema y la creación del Consejo de Regencia, además de las medidas que se estaban tomando contra los franceses. Emparan quiso sacar provecho de esta situación, publicando tales informaciones, creando mayores expectativas y angustias en la población, lo cual condujo a la ciudadanía caraqueña a pensar en salvar a la Provincia de Venezuela de la catástrofe que amenazaba a España y de vindicar sus derechos. Resolvieron reunirse en cabildo el día 19 de abril de 1810 e informar al Capitán General Emparan que por disolución del gobierno de la monarquía, era menester formar una Junta en Caracas con el fin de sostener los derechos de Fernando VII.

Colección Alcaldía del Municipio
Libertador, Caracas, Venezuela
    Los partidarios de crear una Junta se reunieron de emergencia en la casa del médico José Ángel del Álamo, durante todo el día 18 y madrugada del día 19 de abril 1810, mientras otros partidarios recorrían la ciudad alertando a la ciudadanía. Algunos miembros del Cabildo, entre ellos Martín Tovar Ponte, el Alférez Real Feliciano Palacios Blanco y el Síndico Procurador Lino de Clemente, estaban de acuerdo en formar una Junta, mientras que el Alcalde español José de Las Llamozas y el Regidor José Hilario Mora, estaban indecisos, siendo convencidos posteriormente. El Inspector General de las Milicias, Francisco Rodríguez del Toro y su hermano, Coronel Fernando Rodríguez, garantizaban la adhesión a dicha acción por parte de la oficialidad de las milicias, de Capitán hacia grados subalternos. Por la parte eclesiástica, algunos sacerdotes estaban de acuerdo, aunque el nuevo arzobispo Narciso Coll y Prat, aún no había llegado a Caracas, se contaba con la voz fuerte del Canónigo José Cortés de Madariaga y el Presbítero Francisco José Ribas, hermano de José Félix Ribas.

        Todos estos movimientos e intenciones de reunión fueron delatados al Capitán General Emparan, por el oficial de pardos Pedro Arévalo, limitándose Emparan a decir que ya había tomado las medidas necesarias. El día 19 de abril de 1810, Jueves Santo, temprano en la mañana se reunió el Ayuntamiento en su sede (hoy sede de la Cancillería) frente a la Plaza Mayor (hoy Bolívar). El Capitán General Emparan fue invitado a asistir, lo cual hizo, aunque legalmente él no había convocado tal reunión, siendo el único autorizado para ello. La discusión tornó en relación a la delicada situación en España, mientras que Emparan defendía la posición del Consejo de Regencia, la cual los miembros presentes lo calificaron de ilegítimo, por haber sido elegido por los comerciantes gaditanos y no por el pueblo español o por las Juntas provinciales de España. Se hacía necesario crear una Junta en esta Capitanía General, ya que la Regencia no tenía autoridad sobre Venezuela. A las 9 a.m., el Capitán General cortó el debate para asistir a los actos eclesiásticos, siendo acompañado por el Cabildo, cruzando la plaza hacia la Iglesia, mientras una multitud congregada gritaba “a Cabildo”. Es allí cuando Francisco Salias emplaza drásticamente a Emparan y le conmina a volver al Ayuntamiento. Emparan analiza la situación. La guardia militar, al mando del Alférez Real Palacios Blanco no reaccionó. Se regresan al Cabildo y el piquete al mando del Teniente Francisco Roa no le rindió los honores correspondientes.



        Ahora la multitud es mucho mayor. Se reanuda la sesión, pero bajo presión de los participantes del Cabildo, fueron traídos otros funcionarios españoles: el Intendente Vicente Basadre, el Brigadier Agustín García, los oidores y fiscales de la Real Audiencia, los prelados de los tres principales conventos de Caracas, al Padre Juan A. Rojas Queipo, rector del Seminario Arquidiocesano. Igualmente se incorporaron algunos revolucionarios: el Presbítero José Cortés de Madariaga y Francisco José Ribas, como diputados del clero; Juan Germán Roscio y José Félix Ribas, como diputados del pueblo; el hacendado Francisco Javier de Ustáriz, como representante de los pardos; el oficial de marina Lino de Clemente, el Teniente Coronel Nicolás de Castro y el Capitán Juan Pablo Ayala, por la rama militar.

Bandera de la Junta Conservadora
de los Derechos de Fernando
VII
    Las discusiones entre ambos bandos eran incompatibles, y ya no se mencionaba al Capitán General Emparan para regir la Junta a crearse. La intervención del Canónigo Cortés de Madariaga, fue dura y emplaza al Cabildo a destituir a Emparan. Es entonces cuando Emparan, esperanzado en una solución decide consultar al pueblo congregado en las afueras, se asoma al balcón  y le pregunta  si están contentos con su mandato y si quieren que siga en el mando. El clérigo Madariaga, quien se encuentra parado detrás de Emparan, mueve sus dedos en forma negativa, ayudado también en el mismo orden por los regidores Anzola y Palacios. El pueblo responde con un rotundo “No”. Emparan exclama: “Yo tampoco quiero mando”. La revolución ha triunfado. Se crea la
Junta Suprema Conservadora de los Derechos de Fernando VII.

    Ese mismo día fue redactada un Acta, estableciéndose un nuevo Gobierno en nombre del rey Fernando VII, desconociendo la autoridad de la Regencia, suprimiendo los cargos de Gobernador y Capitán General,  Intendente del Ejército y Real Hacienda, el Subinspector de Artillería, Auditor de Guerra y Asesor General, así como la Real  Audiencia. Los dos alcaldes: José de Las Llamozas y Martín Tovar Ponte, asumieron el poder, incorporando en su seno a todos los representantes que estuvieron en la sesión. El Acta fue firmada tanto por los nuevos gobernantes, como por los desincorporados. Dicha Acta fue leída al son de tambores en varias localidades de Caracas, mientras el pueblo aclamaba al rey Fernando VII. Los funcionarios depuestos fueron conducidos a La Guaira y encerrados en fortalezas o confinados a bordo de algunos buques anclados en dicho puerto. 

Portada del Acta del 19 de abril de 1810, inscrita
en un folio de "Un quartillo" y con los sellos de
Carlos IV y Fernando VII, válidos para 1808 y 1809
    El 20 de abril de 1810, los dos Presidentes dirigieron una proclama a todas las provincias unidas de Venezuela, informándoles de lo ocurrido y aupándolos a secundar dicha acción, reafirmando la lealtad al rey Fernando VII. El 24 de abril de 1810, quedó estructurada la Junta: dos Presidentes: Llamozas y Tovar Ponte; 21 vocales; Juan Germán Roscio, en Relaciones Exteriores; Lino de clemente, en Marina y Guerra; Nicolás de Anzola, en Gracia y Justicia; Fernando Key Muñoz, en Hacienda. El 27 de abril de 1810, la Junta dirigió un Manifiesto a los Cabildos de las principales ciudades de la américa española, informándoles de lo sucedido.

    La biografía del Mariscal de Campo Vicente Emparan y Orbe se describe en la sección PERSONAJES y las consecuencias de este acto revolucionario los detallaremos en la sección HECHOS en este Blog.

Rómulo Gallegos: Su Obra Literaria

 

   Hablar de la obra literaria de Rómulo Gallegos es pasearnos por una extensa actividad literaria mundialmente conocida, cuyas novelas pertenecen a los clásicos de la literatura hispanoamericana. Sus comienzos los hizo en el teatro, siendo publicada una sola de sus obras: Los Ídolos, en el año 1909; sin embargo, no cesó de escribir sus cuentos en el período que va de 1913 a 1919. Su figura se alza imponente en el siglo XX. Sus obras siempre estuvieron enmarcadas en un amplio espíritu nacionalista, inspirados en nuestra tierra americana y sus conflictos, tanto políticos como de naturaleza humana, teniendo como fondo el extenso paisaje de la llanura, a veces inclemente y desconocido, pero entrelazando las relaciones humanas con nuestra naturaleza inhóspita y virgen. En todas ellas se refleja el realismo, especialmente en los campesinos, tanto en nuestro país como en toda Latinoamérica, siendo común las costumbres, ambientes y el desarrollo de pasiones y desigualdades. Sus novelas son las siguientes:

REINALDO SOLAR (1920): es su primera novela, llamada El Último Solar y que en 1930, en una nueva publicación, cambia el título a Reinaldo Solar. Gallegos nos habla de sus propias luchas internas, reflejadas en la vida del personaje Reinaldo Solar, un hombre intelectual, inclinado a escribir, que sueña con mantener los valores culturales, dejando todo de lado, incluyendo su propio destino.

DOÑA BÁRBARA (1929): es su obra monumental más ampliamente difundida, traducida a muchos idiomas y llevada al cine y televisión en diferentes países. Explora en ella la naturaleza en toda su extensión salvaje e indómita, en contraposición al orden y la modernidad. Es el gran paso de las novelas suramericanas, lejos de la influencia europea. Es auténtica, tanto en su naturaleza regional como en sus personajes. Es la exploración de la llanura, con sus personajes fuertes, rudos, llevados al máximo de los sentimientos autóctonos, pudiendo afirmarse que es la lucha entre la civilización y la barbarie. Refleja una Venezuela políticamente atrasada y dictatorial, narrada en términos que guardan una gran semejanza con la realidad. Doña Bárbara se alza como el personaje principal con fuerza, altanera, dominante, hermosa terrateniente, abusadora, dueña de la hacienda “El Miedo”, originalmente “La Barquereña”. Doña Bárbara es conocida por los lugareños como la “Devoradora de Hombres”, “La Dañera” y como “La Cacica del Arauca”.

   El resto de actores está formado por una variedad de personajes, destacándose en su rol principal de contraposición, a Santos Luzardo, joven abogado, quien representa la civilización en contra del atraso de la sociedad que representa Doña Bárbara. Se reúnen diferentes características en los personajes de Marisela, Pajarote, Mujiquita, Ño Pernalete, el Brujeador, Juan Primito, entre otros.